Seguridad en espectáculos masivos.
LA SUBSECRETARIA de Prevención del Delito, dependiente del Ministerio del Interior, está evaluando la posibilidad de cobrar por la seguridad que presta Carabineros en espectáculos masivos organizados por privados. El argumento del gobierno es que para resguardar estos eventos se desvían importantes recursos humanos y materiales que están destinados al combate del delito y la mantención del orden público.
Si bien la inquietud del Ejecutivo y de algunos expertos en la materia es válida, especialmente por la distracción de numerosos efectivos que a menudo provocan estos eventos y por la sobrecarga de trabajo que ha tenido Carabineros en un año marcado por las movilizaciones estudiantiles, lo cierto es que, más que enfocarse en el eventual cobro a los particulares que organizan los espectáculos, la propuesta debiese orientarse a que estos colaboren en la seguridad de los mismos contratando servicios de seguridad privados.
Ello no significa reemplazar la labor que cumple la policía uniformada en el resguardo del orden público, rol que por ley sólo les cabe a las policías cumplir, sino que a colaborar en la mantención del orden al interior de los recintos donde se realizan los actos masivos. Esto es así en varios países. En Chile también hay empresas organizadoras de eventos que utilizan este tipo de dispositivos, pero aun así Carabineros debe absorber una parte muy importante de las labores de vigilancia. Exigir que cuenten con seguridad privada permitiría a la institución policial destinar menor contingente para estos efectos y concentrar sus esfuerzos en el combate delictual.
Cobrar por los servicios que presta la policía uniformada podría, además, introducir una serie de distorsiones y tentaciones que la prudencia recomienda evitar, para mantener el prestigio y la probidad de una institución clave para la seguridad pública como es Carabineros.
Si bien la inquietud del Ejecutivo y de algunos expertos en la materia es válida, especialmente por la distracción de numerosos efectivos que a menudo provocan estos eventos y por la sobrecarga de trabajo que ha tenido Carabineros en un año marcado por las movilizaciones estudiantiles, lo cierto es que, más que enfocarse en el eventual cobro a los particulares que organizan los espectáculos, la propuesta debiese orientarse a que estos colaboren en la seguridad de los mismos contratando servicios de seguridad privados.
Ello no significa reemplazar la labor que cumple la policía uniformada en el resguardo del orden público, rol que por ley sólo les cabe a las policías cumplir, sino que a colaborar en la mantención del orden al interior de los recintos donde se realizan los actos masivos. Esto es así en varios países. En Chile también hay empresas organizadoras de eventos que utilizan este tipo de dispositivos, pero aun así Carabineros debe absorber una parte muy importante de las labores de vigilancia. Exigir que cuenten con seguridad privada permitiría a la institución policial destinar menor contingente para estos efectos y concentrar sus esfuerzos en el combate delictual.
Cobrar por los servicios que presta la policía uniformada podría, además, introducir una serie de distorsiones y tentaciones que la prudencia recomienda evitar, para mantener el prestigio y la probidad de una institución clave para la seguridad pública como es Carabineros.
*En el presente texto, encontramos la opinión de un emisor ante un acontecimiento en particular. Este, da a conocer su parecer, priorizando su propia impresión respecto del tema.
._. Gracias♥ I love you♥
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